domingo, 27 de marzo de 2011

Free Bird

Billy empieza a marcar el camino, una pequeña estructura tan delicada como perfecta, cuando entran los tambores que advierten de lo que está por llegar. Golpes secos, muy marcados, los cuales dejan suficiente espacio para que la suavidad e inocencia de los píos combinen con la fuerza y la contundencia de los parches y los platos.

Empiezan a llegar los elementos, un riff que pasará a la prosperidad y Ronnie cantándole a Duane allá donde esté. Ya están todos jugando, el climax se ha creado, ¡Sálvese quien pueda!... and this bird you cannot change.

Turno para las afiladas guitarras que siguen explicando por qué estamos aquí. Punzantes, eléctricas, absorbentes seis cuerdas que dan paso de nuevo a Billy. Te haces pequeño, te abrazas a ti mismo, un solo de piano que demuestra que sí podemos volar y te preguntas ¿existen los malos pensamientos? Suavidad, sutileza, relax, paz, tantas buenas sensaciones salidas del blanco y negro cuando piensas, el mundo es maravilloso.

Y vuelta a la carga, la batalla final se acerca, vuelven todos los elementos, un tempo que está a punto de explotar, la tensión está llegando al nivel más álgido, agárrense bien... and this bird you cannot change, ¡Booom!

No hay marcha atrás, ya estás dentro. Cierras los puños, aprietas los dientes, te golpean, gritas, has perdido el control, no eres dueño de tu cuerpo. Sufres, pero te gusta. No quieres abrir los ojos porque piensas que ya nada será igual. Una apisonadora de 40 toneladas está arrasando con todo, no quieres que acabe pero llega el final, la banda ya no puede tocar más fuerte y lanza sus últimos cartuchos. Estás agotado, solo puedes levantar los brazos y exclamar: ¡Qué barbaridad!

martes, 8 de febrero de 2011

Adiós al hombre que paraba el tiempo con su guitarra. Gary Moore (1952-2011)

El cielo está llorando, otra vez, como lo ha hecho ya en demasiadas ocasiones. Llora cuando uno de los grandes deja este mundo para reunirse con sus colegas en un firmamento donde cada vez hay más estrellas que, aunque ya no estén entre nosotros, nunca dejarán de brillar gracias al legado que nos dejaron en forma de música.

Esta vez el elegido ha sido Gary Moore, uno de los músicos más prolíficos y afamados salidos de Irlanda, a la vez que uno de los guitarristas que pertenecen a ese selecto club de los que son capaces de hacer llorar a un objeto inanimado de seis cuerdas. Se fue demasiado pronto, con 58 años, como muchos otros que partieron antes de que llegara su hora por causas tan diferentes como irrelevantes.

Gary Moore no solo llevaba el blues en la sangre, sino que era capaz de transmitirlo cada vez que se colgaba su Les Paul. Su dominio del instrumento le hizo ser una referencia en distintos géneros musicales, aunque a fin de cuentas todo es lo mismo, pues el músico de Belfast se dedicaba a hacer que quien le escuchara pudiera sentir la música, tanto en forma de la balada más profunda, como rasgando los acordes más duros y distorsionados.

Nos deja una herencia de más de 30 discos y colaboraciones con grandes nombres de la familia musical como B.B. King, Albert Collins, Jack Bruce o su compatriota banda Thin Lizzy. Siempre tendremos la ocasión de disfrutar joyas como 'Parisienne Walkways' donde Gary era capaz de parar el tiempo durante medio minuto con una sola nota, para luego hacer llorar a su guitarra hasta el final del tema.


domingo, 30 de mayo de 2010

Roger Waters vuelve a girar con 'The Wall'


En 1979 la banda de rock progresivo Pink Floyd lanzaba su noveno disco, The Wall, al que le seguiría una gira por cuatro ciudades, Los Ángeles y Uniondale en Estados Unidos, y Dortmund y Londres en Europa.

Los conciertos eran puros espectáculos audiovisuales con unos montajes espectaculares, que incluían la construcción de un muro durante la actuación. Según The New York Times los costes de la gira alcanzaron el millón y medio de dólares antes incluso de su primera actuación.

Años después, Roger Waters en solitario volvió a recrear aquellos shows en un único concierto en Berlín el 21 de julio de 1990, para conmemorar la caída del muro un año antes.

En septiembre arrancará una extensa gira, en la que Waters volverá a representar el espectáculo The Wall en numerosas ciudades norteamericanas y europeas. Hay dos fechas anunciadas en España: 25 de marzo de 2011 en el Palacio de los Deportes de Madrid, y cuatro días después, el 29 de marzo, en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Un espectáculo que no se deben perder.

martes, 18 de mayo de 2010

'Alchemy' de Dire Straits en DVD


El mítico concierto que los Dire Straits grabaron en el Hammersmith Apolo de Londres en Julio de 1973, se ha editado por primera vez en DVD y desde la semana pasada se puede adquirir en cualquier tienda de discos.

Alchemy Live es uno de los directos más aclamados de la historia del rock. La banda de Mark Knopfler se encontraba en su momento más álgido en cuanto a creación –acababan de publicar Love Over Gold, su álbum más elaborado- e interpretación en directo. Además, la mano de Knopfler en la producción del doble Lp fue un trabajo meticuloso con un resultado extraordinario.

En el momento de la actuación más célebre de los Dire Straits la formación ya no contaba con el hermano de Mark, David, que había abandonado la banda poco antes de comenzar la gira y había estado sustituido por Hal Lindes. También el baterista original, Pick Withers había sido reemplazado por Terry Williams.

Los que sí acompañaron a Knopfler fueron el bajista original del grupo, John Illsley, y el talentoso teclista Alan Clark. Además, se contrató para la ocasión a Mel Collins, que tiene un importante papel al saxo; Joop de Korte, percusión; y Tommy Mandel a los teclados.

lunes, 10 de mayo de 2010

Jam-sessions de 'blues' en Monasterio


Cada jueves, en una pequeña sala de la ciudad de Barcelona se produce una fusión de elementos que crea un ambiente especial, mágico. Se trata de las jam-sessions de blues que organiza la Societat de Blues de Barcelona en la sala Monasterio (Passeig Isabel II, 4) todos los cuartos días de la semana. Consiste en una reunión de amantes de una música minoritaria, como es el blues, formada por músicos y aficionados de diferentes rincones del planeta pero con un sentimiento único, aquella música que tocaban y cantaban los esclavos del sur de Estados Unidos mientras trabajaban en los campos de algodón.

Aunque el guión no cambia cada semana, el resultado de cada noche es muy diferente al anterior. La pasión de los asistentes exaltada por los diferentes músicos que ocupan el escenario a lo largo del espectáculo resulta en noches especiales e irrepetibles. Cada siete días hay una banda encargada de abrir el espectáculo; músicos importantes en el panorama nacional como Larry Smith, Johnny Pérez o Tota Blues Band son algunos de los nombres que frecuentan el pequeño escenario de Monasterio.

Su misión consiste en ofrecer una corta actuación de unos cinco o seis temas para dar paso a la jam-sesssion, calientan el ambiente, ponen a tono a los asistentes para presentar una noche de sentimientos, los que se producen al escuchar blues en vivo. A la izquierda de la banda, sobre una mesa redonda de madera vieja que recuerda a un viejo Saloon, en el pequeño espacio donde se mezclan los músicos que están a punto de salir a escena y aquellos que no se han desquitado de su afición al tabaco y permanecen en el único rincón donde pueden fumar, está la hoja donde todos los músicos asistentes escriben su nombre y el instrumento que dominan, a la espera de ser llamados a salir a escena.

Tras la actuación de la banda de apertura hasta que acaba la jam, se produce un flujo cosmopolita de músicos que intercambian instrumentos, momentos de solos y lucidez individual, con minutos de éxtasis que produce el hecho de estar creando algo que está haciendo feliz por instantes a un número determinado de asistentes, que disfrutan tanto como los artistas de la improvisación de la música de los tres acordes. Un estilo de música que une como ninguno, como oraba el dicho: ¿qué es el blues? Si lo tienes que preguntar es que no lo vas a entender. Una de las mejores maneras de intentar comprenderlo se puede encontrar cada jueves en la sala Monasterio.

domingo, 9 de mayo de 2010

Eric Sardinas en Terrassa

El guitarrista de Florida (USA) Eric Sardinas estará en concierto el próximo jueves 17 de junio en la sala La Faktoria de Terrassa. El músico norteamericano regresa a los escenarios catalanes tras haber actuado en el Festival de Blues de Cerdanyola hace dos años. En aquella ocasión compartió cartel con el guitarrista flamenco Raimundo Amador, hecho que se repetirá en el show que ambos ofrecerán en la ciudad vallesana.

Eric Sardinas es uno de los artistas con más fuerza y derroche de energía que se pueden encontrar en la actualidad encima de un escenario. No ha soltado la guitarra desde los seis años hasta los 40 que cumple este año, escuchando e inspirándose en los viejos bluesmen del Delta de los años 20 como Charley Patton, Bukka White o Robert Jonson, y el blues eléctrico de Chicago de Elmore James, Muddy Waters o Howlin’ Wolf.

La utilización que hace del dobro (guitarra con resonancia) es una de sus principales virtudes, y lo convierte en uno de los mejores del mundo en el uso de esa técnica, además de ser un maestro con el slide. Sardinas tiene cuatro discos en el mercado que mezclan diferentes estilos del blues, desde el más tradicional y acústico al más energético y eléctrico.

Pero donde se aprecia de lleno la esencia y el poder de transmisión que tiene el guitarrista nacido en la ciudad de Fort Lauderdale es en su directo. El bluesman encandila al público dándolo todo sobre el escenario y debajo de éste, pues llega a bajar y entremezclarse con la gente durante sus shows sin parar de tocar. Si a esto le añadimos la presencia del virtuoso gitano de las seis cuerdas, Raimundo Amador, nos asegura que los 18/20 euros de la entrada habrán merecido la pena.

sábado, 24 de abril de 2010

Entrevista Bob Margolin

Ya se ha hecho hincapié en este blog en la celebración del 95 aniversario del nacimiento de Muddy Waters, y las actividades que se realizaron durante el pasado fin de semana en conmemoración de esta efeméride. Si en la anterior entrada se hablaba de la exposición sobre el músico de Mississippi, ahora llega el momento del plato fuerte de cuantas actividades se programaron, y que todas ellas giraron en torno a él. Se trata de Bob Margolin, un guitarrista que quizás a algunos no les suene pero que forma parte de la historia del blues.

Bob Margolin acompañó a Muddy durante siete años de su carrera musical, desde 1973 hasta 1980, además de poseer una extensa carrera musical en solitario y con las diferentes bandas que ha tenido a lo largo de su actividad dedicada al blues y al rock and roll . Ha trabajado junto a músicos tan importantes en la escena del blues como Johnny Winter, Pinetop Perkins o Hubert Sumlin, y apareció en la película 'The Last Waltz' de Martin Scorsese, acompañando a Muddy durante su actuación.

Stedy Rollin' Bob Margolin, el nombre artístico que le puso un disc-jokey para presentarle en una ocasión y que el músico nacido en Boston conserva desde entonces, combina su actividad musical con la dedicación a su sello discográfico Vizztone Label Group, además de escribir para varias publicaciones dedicadas a la música blues. Recientemente ha sacado su último disco 'In North Carolina', lugar donde reside en la actualidad.

Aprovechando la visita de esta leyenda de la música tuve la suerte de poder conversar con él durante unos minutos en forma de entrevista que, aunque corta, fue muy satisfactoria. Tras la master-class que Margolin ofreció para una veintena músicos admiradores, donde instruyó técnicas a la guitarra, combinandolo con un anecdotario interminable por la cantidad de Kilómetros y personajes que ha recorrido y acompañado a lo largo de su vida, contestó a las preguntas que un servidor consideró oportunas e interesantes sobre su vida y carrera.


Usted ha sido músico durante la mayor parte de su vida, y ahora ha creado el negocio de una compañía de discos, ¿cómo marcha Vizztone Label Group?

Está resultando muy interesante. Lo mejor de un sello discográfico no es una compañía de discos realmente, sino un sello discográfico para artistas independientes con su propio sello para conseguir mejores servicios discográficos, como distribución y publicidad. Mis socios son Richard ‘Rosy’ Rosenblatt de Boston, que es un viejo amigo y un buen músico, y tuvo el sello Tone Cool Records durante un tiempo. Mi otro socio es Chip Eagle, que escribe para Blues Review y Blueswax. La mayor parte de los lanzamientos que hemos hecho están yendo muy bien. Mi álbum ‘In North Carolina’ fue el primero, pero ahora creo que tenemos unos 25, y hay otros más que saldrán pronto.


¿Cree que se necesitan en el mundo, tanto en España como en USA, más sellos que apoyen este estilo de música?

Bien, no estoy seguro que los sellos discográficos trabajen mucho más para ellos mismos, como lo hacían en el siglo pasado. Ahora hay muchos músicos haciéndolo por su cuenta, que tienen sus propios sellos y funcionan muy bien. La mayoría de los músicos venden tantos álbumes por su cuenta, en conciertos, como en… hay muchas tiendas, ahora se puede descargar música y existe i-Tunes, es un nuevo mundo. Creo que todos reclamamos nuestra propia manera y lo hacemos tan bien como podemos.


Usted trabaja en algunas revistas donde escribe. ¿Cómo se siente como escritor?

Realmente disfruto haciéndolo, es solo contar historias para mis amigos. Ésta es la manera en que lo hago, no intento ser periodista ni investigar historias, solo hablar desde mi propia experiencia con otra gente que ama la música. Es una bonita experiencia.


Cogiendo sus propias palabras, usted dice: “toda la música que he escuchado y tocado, y todos los músicos con los que he trabajado han dejado su marca en mí”. Pero, ¿hay alguna marca especial de alguien en concreto?

La respuesta obvia sería Muddy Waters, pero no mencionaría solo a él. Era una persona especial, no era simplemente otro chico más. Si lo veías en un avión pensarías: ¿quién es ese hombre?, debe de ser alguien. La palabra que se utiliza para ello es ‘carisma’. Fue una poderosa influencia, pero a lo que me refería cuando dije y escribí esto era que de todos con los que he tocado he aprendido algo y siento algo de ellos, y he hecho amigos de la música blues con todos los músicos con que he trabajado.


Durante ‘El Último Vals’, donde usted participó. ¿Cómo se siente alguien cuando Bob Dylan le dice: ¿Ya te marchas, pensé que íbamos a tocar una jam junto a Eric Clapton, Levon (Helm), Ronnie (Wood)…?

Es un regalo, porqué le aprecio a él y a su música muchísimo. Es un fantástico compositor de canciones, intérprete en directo y con una personalidad propia en nuestro mundo, y estaba allí aun cuando solo tenía 35 años entonces. Pero me maravilla y lo respeto mucho. Ya no lo he visto desde entonces y él a mí tampoco, pero es una bonita experiencia para guardar dentro de mi corazón y me hace sonreír.


Deteniéndonos en ‘El Último Vals’, tengo otra frase de usted. Dice: “Muddy sentía que yo era bueno explicando lo que él quería en el escenario a músicos con los que nunca había trabajado pero, 25 años después, a día de hoy, todavía deseo haber sabido más con respecto a lo que Muddy quería”. ¿Qué más es lo que quería saber?

Si lo supiera lo sabría. Siempre estoy aprendiendo. A veces estoy tocando la guitarra, quizás tocando una canción que Muddy solía tocar, o tocando algo con su estilo y me equivoco, no lo hago de la manera que pretendía, sinó de la forma que sé, ¡eso es lo que estabas haciendo!, ahí está. Sé que eso está bien, que ese es el sónido, y todavía me ocurre algunas veces que, muchos años después, a veces 30, 35 ó 40, comprendo algo que había escuchado hace mucho tiempo. ¡Ahora sé porqué! Todavía soy un estudiante, como lo son otros músicos que conozco. Toco con Pinetop Perkins que es muy viejo y no puede mover sus dedos tan deprisa, pero puedes ver que todavía puede pensar y tocar. A veces estamos tocando y digo: no lo había escuchado tocar eso antes, sigue encontrando alguna cosa, y todos lo intentamos también.


Cuando usted está tocando, grabando o componiendo, ¿oye alguna vez desde algún lado la voz de Muddy diciéndole ¡Mal!, como solía gritarle cuando vivió con él?

No lo escucho físicamente, pero creo que sé cómo se sentiría sobre la mayoría de la música. Él quería ser profundo y directo, quería swingar con el ritmo. Hay un tono y un sonido en la música de Muddy que, cuando estoy tocando ese estilo, y no es lo único que hago, quiero estar agradecido a ese hombre por cumplir conmigo y transmitirlo a la gente que me escucha.


¿Qué opinión tenía Muddy de los Rolling Stones, de que utilizaran el nombre de su canción para su banda y también su música?

Él era muy amistoso con ellos, sabía como funcionaba el mundo, sabía porqué ellos eran más famosos de lo que él nunca podría ser. Lo apreciaba y le ayudaron, porqué ellos le hacían ganar más dinero y ser más conocido. Gente como Eric Clapton y Johnny Winter también le ayudaron mucho, al tiempo que lo respetaban fueron muy amables con él. Él lo apreciaba, entendía como funcionaba el mundo.


¿Cuál es su opinión sobre ‘Cadillac Records’, una película que pretende reflejar los comienzos de la música blues en Chicago?

Creo que no es lo que pasó pero es una buena película. Es Hollywood. Quien produce la película es Beyonce y se hizo una parte para ella misma haciendo de Etta James, que tal vez no fuera como ella era en realidad. No creo que Etta James tuviera un romance con Leonard Chess, pero eso hace una bonita historia. Por lo que a Muddy se refiere, la gente que lo conocía dice: ese no es el hombre al que conocí, no hay mucho de él. El chico que hace de Howlin’ Wolf es tal vez un poco mejor, pero no es real. No creo que sea la historia, es solo una buena película que está basada en algo que pasó hace mucho tiempo pero que no es exactamente como fue.


Bob Margolin sigue ofreciendo conciertos, la próxima ocasión en que se le podrá ver en directo será en el 'Festival de Blues de Hondarribia' en el mes de julio, una buena oportunidad de disfrutar del buen blues con este genio de las seis cuerdas.

viernes, 16 de abril de 2010

Exposición sobre Muddy Waters


Este mes de abril se cumplen 95 años del nacimiento de una de las figuras más importantes e influyentes del mundo del blues. Se trata de McKinley MorganField, más conocido como Muddy Waters, uno de los padres del blues del delta y de los primeros discos de la Chess Records, de quién los mismos Rolling Stones utilizaron el título de una de sus canciones para dar nombre a su banda.

Con motivo de este aniversario, y por iniciativa de la asociación Bad Music Blues, la Xarxa de Televisions Locals y el Centre Cultural Collblanc-La Torrassa, se han organizado una serie de actividades conmemorativas de esta efeméride.

Desde el jueves 15 de abril hasta el viernes 7 de mayo se exhibe una exposición sobre Muddy Waters en el ya mencionado Centre Cultural Collblanc-La Torrasa. Se trata de una serie de fotografias del músico y de otros personajes que han tenido relación con él a lo largo de su vida, principalmente compañeros de viaje durante su carrera musical.

A quien se pase por esta exposición le advierto desde mi modesta opinión que no se trata de uno de eseos eventos imprescindibles, ni siquiera muy interesante. Consiste en una pequeña sala donde se pueden ver, más que otra cosa, portadas de discos del bluesman, recortes de revistas donde Muddy es protagonista y, lo más interesante, unas pocas fotografias donde el músico de Mississipi aparece junto a otros grandes de la escena del blues en diferentes épocas.

Se exhibe un cuadro con la figura del considerado Padre del Blues de Chicago hecho con recortes de periódicos y revistas, y unas pocas grabaciones en forma de vinilo, cd pirata o video VHS de él solo o junto a otros músicos. Destacan unas grabaciones difícilies de conseguir junto a los miembros de The Rolling Stones Mick Jagger, Keith Richards y Roon Wood.

Bonito homenaje y bonita iniciativa, pero se hecha en falta un mayor contenido en forma de rarezas, coleccionismo o fotografías más significativas de una de las figuras más grandes de la música blues. Esperemos que esto sirva de ensayo para que, dentro de cinco años, se puedan celebrar los cien años desde el nacimiento de Muddy con otra exposición con más y mejor material.

viernes, 9 de abril de 2010

'Master Class' de funk en el Palau



Una clase magistral de soul, jazz y, sobretodo, funk fue lo que ofreció ayer en el Palau de la Música Catalana Maceo Parker y su banda. El saxofonista de Kinston (Carolina del Norte) califica su música de 2% de jazz y 98% de funky y los que asistimos anoche a su espectáculo podemos dar fe de ello.

No fue un monotema de Maceo y su saxofón, como algunos se podrían haber esperado, sino una lección de funk donde Dennis Rollins al trombón y Ron Tooley a la trompeta brillaron a la par que Parker. Éstos acompañados por una sección rítmica que demostró que la exactitiud no solo es cosa de las matemáticas. La guinda la pusó el público que durante todo el concierto estuvo muy participativo.

En realidad, hacía años que no asistía a un concierto con un público tan entregado y dispuesto a participar en la fiesta. Desde el primer momento hasta el último aprovechaban cualquier momento para acompañar a la banda con palmas que marcaban el ritmo si cabía aún más. Los característicos "uuh" sonaban desde diferentes lugares de la sala y, en cuanto se encendieron las luces en la parte final del show, la imagen de todo el mundo de pie, agitando su cuerpo al ritmo de la música ilustraba el éxito del espectáculo.

"We Love You" fue la frase más repetida de la noche. Maceo la utilizó repetidamente durante varias de sus canciones y consiguió la reciprocidad de los asistentes. Algunos de estos Te queremos fueron para Ray Charles y James Brown, a los que el saxofonista dedicó parten de su actuación. Versionó a Charles vistiendo gafas oscuras y se acordó del que fue su jefe durante más de 25 años gritando el famoso "Get up a...".

Maceo no solo utilizó su voz y su saxofón. Tuvo tiempo para tocar la flauta, acompañando el recite de unos versos de Shakespeare, y demostró tener dominió del instrumento transversal, aunque lejos del nivel que exhibe con su saxo. Fueron casi dos horas y media de espectáculo que mantuvo la intensidad en todas sus partes y en ningún momento se hizo pesado. Como ejemplo la enorme ovación que recibió la banda, que no tuvo más remedio que regresar e interpretar más temas. Llegó un punto en el que Parker tuvo que esperar debido al entusiasmo del público.

domingo, 4 de abril de 2010

Reedición 'Exile On Main Street'


El próximo 27 de mayo se pondrá a la venta una reedición especial de uno de los mejores discos de los Rolling Stones y de la historia del rock'n'roll, Exile On Main Street. La nueva tirada contará con los 18 temas originales del álbum, más diez cortes inéditos grabados durante las sesiones de 1972. Se publicarán tres diferentes formatos: el original con sus 18 canciones, la edición deluxe con los 10 temas inéditos y el super-deluxe que incluirá un vinilo, el documental Stones in Exile (Stephen Kijak) y un libro de coleccionista de 50 páginas.

Exile On Main Street fue grabado en 1972, en el sótano de la casa que Keith Richards alquiló al sur de Francia, después de que todos los miembros de la banda cambiaran su lugar de residencia del Reino Unido al país galo por sus problemas con el fisco británico. El domicilio de Richards se convirtió en el cuartel general, no solo de los Stones, sinó de otros muchos músicos,amigos y amigas de la banda y un buen surtido de traficantes de drogas; por aquel entonces el guitarrista tenía una fuerte relación con la heroína.

Exile On Main Street cierra el ciclo de una de las cuatrilogías más famosas del rock and roll, con el permiso de los cuatro primeros de Led Zeppelin. "Exile" es la obra que acaba de completar a sus predecesores Beggars Banquet, Let it Bleed y Sticky Fingers. Fue el primer disco doble de la banda, debido a la cantidad de material que crearon y la revista Rolling Stone lo colocó en el septimo lugar de su lista de Los 500 mejores álbumes de todos los tiempos. En el momento de su lanzamiento alcanzó el número uno de las listas tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido.

Los Stones todavía estaban saboreando el éxito de Sticky Fingers cuando empezaron a crear su nuevo trabajo. La diferencia de "Exile" con otros discos es que no fue un álbum que se creo pensando en crear un álbum, sinó el resultado de un estilo de vida (el de Keith Richards) durante un período de tiempo. Keith creó su mundo fuera de todo lo demás, ubicado de puertas adentro de su mansión en la rivera francesa, con su gente, sus invitados y otros espontáneos que aparecían y se esfumaban sin motivo alguno, o sí.

Era el caos, pero tal vez un caos tan perfecto que contenía todos los ingredientes para convertirse en el pastel más sabroso, en forma de Lp. Durante los cuatro meses que estuvo abierta la casa encantada de Richards se incendió la cocina por una explosión de gas, parte de la colección de guitarras del creador del riff más famoso del rock'n'roll (Satisfaction) fue robada y pasaron una cantidad de personajes de todas clases que sería imposible describir la situación sin usar un largo número de adjetivos. Mick Taylor comentó que cada día había 40 personas en la mesa a la hora del almuerzo, lo curioso era que cada vez eran diferentes a las de la jornada anterior.

De todo el desfile de camellos, chicas, aprovechosos de la situación y curiosos que pasó por la casa de Villefranche-sur-Mer hay que destacar las visitas de personalidades del mundo de la música como John Lennon o Gram Parsons. Este último colabora en algunas canciones y, durante todo el disco se nota la influencia y admiración que había causado en Keith desde que se conocieron años atras. Fue Parsons quien le introdujo definitivamente en la música country, en el resultado final de Exile On Main Street se nota claramente el influjo que tuvo el músico estadounidense sobre el stone.

Exile On Main Street es una combinación de todos los estilos musicales que habían dejado huella en los Stones hasta la época, una mezcla de rock'n'roll, blues, country, boogie-woogie y gospel, todo ello aliñado con el inconfundible sonido stone, personificado en la guitarra de Keith Richards y producido por uno de los grandes en su oficio, Jimmy Miller. Un trabajo excelente que se mezcló en Los Angeles y tuvo las colaboraciones finales de Billy Preston y Dr. John. Uno de los álbumes que, sin él, la historia del rock and roll sería diferente.

domingo, 28 de marzo de 2010

Vuelve Dylan

El próximo 24 de junio Bob Dylan volverá a actuar en Barcelona. Será en el Poble Espanyol, un recinto pequeño pedido expresamente por el artista (ya ha actuado allí en otras tres ocasiones). Las entradas cuestan 58,40 euros aunque podrían ponerse a la venta boletos más caros para una posible grada que se montaría para la ocasión, según ha informado la promotora Riff Music.

Es una muy buena ocasión para ver de cerca al genio de Minnesota. Un recinto pequeño, más o menos íntimo, con el cielo como téstigo pues será al aire libre y un agradable decorado como son las casas que forman el Poble Espanyol. Pero, aviso para navegantes: Dylan es imprevisible.

Todos los que conocemos a Dylan sabemos que siempre hace lo que le apetece cuando quiere, y encima de los escenarios no va a ser una excepción. Hemos escuchado directos memorables como el Live 1966 o At Budokan (1978) en los que el músico y su banda se salen, y apariciones estelares junto a The Band, Tom Petty o Grateful Dead donde se ve al mejor Dylan.

Pero en los últimos años, el autor de Like A Rolling Stone ha ofrecido una serie de recitales, cuanto menos difíciles de comprender. Hablando con experiencia propia, he visto a Dylan no moverse de detrás de los teclados en un concierto entero y no intentar ningún tipo de interacción con el público, he tardado más de medio minuto en reconocer que la canción que estaba interpretando era The-Times-They-Are-A-Changing.

En diciembre de 2005, el músico de Duluth dio una serie de conciertos el el Brixton Academy de Londres. Tuve la suerte de asistir al primero de ellos y a la mitad del show salí de la sala, fui al baño y tome una copa antes de volver a entrar. Las críticas de los periódicos del día siguiente me dieron la razón y tacharon el concierto de aburrido y sin expresión ni sentimiento. Aunque cabe decir que la interpretación que hizo de Señor al comienzo de la actuación todavía me pone la piel de gallina.

Sin embargo el concierto que dio el siguiente día fue aclamado por crítica y público y calificado de genial e intenso espectáculo por los mismos medios que el día antes lo habían criticado. Por ese motivo nunca sabes que te puedes encontrar en un concierto de Mr. Zimmerman, así que mejor no crearte ningún tipo de expectativas y estar preparado para cualquier cosa. A pesar de todo es Bob Dylan y se va a poder ver a pocos metros de distancia, siempre será una ocasión especial.

domingo, 14 de marzo de 2010

Pink Floyd vs EMI

El Alto Tribunal de Londres ha dictado una sentencia favorable al grupo británico Pink Floyd contra la forma de vender sus canciones por parte del sello EMI. La discográfica vendía temas de la banda de manera individual, cuando en su contrato contractual se especifica que el material de Pink Floyd solo se puede comercializar en su formato original, es decir, sus álbumes completos.

Pink Floyd ha evitado a lo largo de su carrera sacar singles, ofreciendo sus creaciones en forma de álbumes como obras de una sola pieza. Esto puede suponer una primera victoria para conseguir que los artistas tengan más poderes sobre sus creaciones que las discográficas, pues sería lo más lógico porque cuando alguien crea una obra, es éste quien decide cómo ofrecerla como forma artística, no como producto de mercado.

Además tiene sentido la reclamación de la banda de querer mantener los discos como un conjunto, ya que solo hay que escuchar sus álbumes para entenderlos como piezas que forman una unidad con sentido, de hecho muchas veces no hay pausa entre diferentes cortes de sus Lp’s. Por el contrario, también se podría argumentar poniendo como ejemplo alguno de los discos recopilatorios que ha puesto a la venta el grupo británico, ya que son canciones sueltas extraídas de diferentes álbumes, aunque estas recopilaciones las han montado los propios miembros de la banda formando de nuevo conjuntos de temas en una única pieza. Sea como fuere, el artista siempre debería decidir el modo en que se vende su obra.

miércoles, 10 de marzo de 2010

'The Last Waltz' (Martin Scorsese - The Band)

Posiblemente la mejor película-documental-concierto musical jamás grabado, tal vez sobra el posiblemente. Un reparto de lujo con unos actores principales (The Band) inconmensurables, y todo ello dirigido por un apoteósico Martin Scorsese. Quien no haya visto nunca The Last Waltz tiene un vacío musical tan grande que es necesario perder dos horas de su tiempo delante de una pantalla para que se pueda comprender, pues no se puede explicar con palabras.

Cuando en 1976 el grupo canadiense The Band decidieron poner fin a su carrera juntos pensaron en hacer un concierto de despedida al que invitarían a Ronnie Hawkins y Bob Dylan, las dos personas que habían jugado un papel decisivo en la carrera musical de la banda. A partir de aquí, el número de grandes músicos que iban a participar en la fiesta aumento tan rápido como inesperado, hasta el punto que entró en el juego el director de cine Martin Scorsese que se encargaría de grabar el acontecimiento.

Scorsese, aunque no sea una sorpresa, realizó un trabajo excepcional, sublime, extraordinario, cualquier adjetivo se queda corto para ilustrar el resultado conseguido cuando la película vio la luz. El director estadounidense montó la obra con entrevistas a los componentes de The Band, combinadas con el famoso concierto y algunas grabaciones de los días anteriores durante los ensayos, consiguiendo momentos míticos que han pasado a formar parte de la historia de la música.

This film should be played loud” (Esta película debe verse a todo volumen) es la nota informativa que aparece antes de la primera escena (cuando se acaba de ver el film estará completamente de acuerdo, se lo aseguro). Es la manera que el director utiliza para decir: “Prepárense, empieza la acción”. No se equivoca. Tras esto la última canción del concierto, sí, el último bis de un show que duró en realidad más de cuatro horas. Extraño pero mágico. Después un sin-parar de invitados compartiendo escenario con la banda canadiense: Eric Clapton, Neil Young, Van Morrison, Joni Mitchel, los mencionadaos Ronnie Hawkins y Bob Dylan, un portentoso Muddy Waters explotando el clásico del blues Manish Boy, y otras muchas estrellas de la música. Todo ello entremezclado con las anécdotas y confesiones de los cinco miembros de The Band: Robbie Robertson, Rick Danko, Levon Helm, Garth Hudson y Richard Manuel.

Fueron más de cuatro horas de concierto, aunque evidentemente no se pudieron registrar todos los momentos, pues la tecnología de entonces no era igual que la actual y no había cintas de esa longitud. Sí existe una edición en CD con más canciones de las que aparecen en la película, igual de recomendable. The Last Waltz es una obra maestra que ya forma parte de las películas que han de haber sido vistas para todo aquel que ame la música. Pasen y vean, no se arrepentirán.

martes, 9 de marzo de 2010

'I'm not there' (Todd Haynes)

No apta para todos los públicos. Y no es que I'm not there muestre escenas con un alto contenido sexual o violento, lo que sucede es que la película de Todd Haynes (Velvet Goldmine-1998-, Lejos del cielo-2002-) no se puede comprender, y por tanto disfrutar si no se es conocedor de la vida y obra de Bob Dylan. En esta ocasión, Haynes ofrece versiones de Dylan en diferentes etapas de su vida, encarnado por otros tantos actores.
Woody es un niño de once años, admirador de Woody Guthrie, que siempre está huyendo, Robbie es un artista que vive en la carretera, John es el primer Dylan folk que cambia su nombre a Jack cuando se convierte al cristianismo, Arthur es un poeta callejero, Billy es la reencarnación de Billy the kid, mientras Jude es el joven Dylan experimentando con las drogas y conquistando el Reino Unido. Ésta última es la actuación más destacable de la película. Cate Blanchett encarna a Dylan en su etapa más controvertida de una forma excelente, no en vano estuvo nominada al Oscar por este papel.

Durante el film se entremezclan diferentes etapas de la vida de Bob Dylan haciendo hincapié en algunos momentos que ya han pasado a formar parte de la historia de la música y del arte en general, bien sea con copias casi exactas de lo que sucedió alguna vez o con guiños a situaciones que se produjeros a lo largo de la vida del genio de Duluth (Minniesota). Así aparece el famoso día en que el músico salió al escenario del festival de Newport con una guitarra eléctrica, y fue objeto de abucheos (todavía no se sabe a ciencia cierta si realmente fue así), o cuando un espectador le gritó "Judas" durante su show en Manchester en la gira junto a The Band de 1966.

También es destacable la mención que se hace a diversos personajes que han tenido alguna relación con Dylan a lo largo de su vida. Interpretaciones de Joan Baez, Brian Jones, The Beatles, Fegerico Fellini o la cantante alemana Nico son algunos ejemplos de momentos clave en la carrera del músico. Una vez más se hace necesario conocer unos cuantos datos biográficos para hacer buenas interpretaciones de las escenas en cuestión.

I'm not there es un retrato de cómo la sociedad ha tratado a Dylan a través de los fans, la prensa o las diferentes clases sociales y, al mismo tiempo, de cómo Dylan se ha escabullido de éstos con ingenio e ironía. Haynes expone las diferentes piezas de un puzle, que el espectador que sabe de qué se está hablando, hace encajar para formar diferentes historias dentro de una sola: la camaleónica vida de Bob Dylan.

En cuanto a la música no es necesario ser gran conocedor de la historia del polifacético artista, pues toda la película transcurre entre canciones del autor de Blowin' in the wind, ya sean en su formato original o en versiones que hicieron otros para esta adaptación. En conclusión, I'm not there es un notable ejercicio para tratar de explicar la vida de Bob Dylan de una manera que puede parecer bizarra, pero que en realidad lo que precisa es de buenos entendedores.

martes, 2 de marzo de 2010

Triste TVE

Triste, muy triste fue lo que sucedió durante el espectáculo que ofreció Televisión Española para elegir quién iba a ser nuestro representante en el festival de Eurovisión. La actuación de John Cobra fue simplemente lamentable. Mario Vaquero, su verdadero nombre, se encaró con el público que asistió a los estudios Buñuel de RTVE después de que los allí presentes le propinaran un sonoro abucheo tras concluir su actuación con la canción Carol. Vaquero, que estuvo más de dos años en la cárcel por agresión, se enfrentó al público echando mano de su entrepierna y clamando actos obscenos.

El comportamiento de John Cobra ya ha sido comentado, criticado y descalificado demasiadas veces desde el momento en que acabó su actuación, pero ¿realmente toda la culpa de lo sucedido recae en el rapero? Hay varios puntos a considerar en el momento en que alguien, bien sea una persona o una empresa, decide hacerse responsable de todo un proceso de selección a nivel nacional. Esto toma más importancia si se está hablando de un medio de comunicación y, especialmente, de la televisión pública de un país.

Siempre se debería tener en cuenta la calidad de los contenidos que emiten los medios de comunicación y, insistiendo una vez más, una televisión pública. Durante la programación de TVE se pueden encontrar contenidos de una gran calidad y responsable dedicación a la hora de su elaboración, programas dirigidos por buenos profesionales con muy buena documentación. Televisión Española gasta dinero en corresponsales e investigación y se preocupa de ofrecer una información contrastada y de calidad. Tal vez se deberían plantear la aptitud de los concursantes en el festival de Eurovisión, quizás bastaría con mirar los últimos años.

La selección de los participantes en el festival ha estado completada en las últimas ediciones por gente que venía de un reality show, Operación Triunfo, o con una estética parecida. El punto más elocuente lo propició la elección de Chikilicuatre para representar a España hace dos años, un invento de una compañía de humor que no hizo sino poner en evidencia la cultura musical de este país o la importancia que le dan los españoles al festival de Eurovisión, pues es evidente que Chikilicuatre era una burla con todas las letras. A pesar de esto, parece que la televisión pública española no escarmentó.

RTVE cuenta en sus filas con profesionales de muchos y muy diversos ámbitos, entre ellos periodistas y críticos musicales. No se puede adivinar el futuro, ni el comportamiento que van a tener personas ajenas a la televisión en un programa en directo, pero sí se puede seleccionar quién va a participar en esos directos. En el caso de John Cobra nunca se le debería haber dejado participar por su canción, no hace falta ser un gran experto en música para valorar la calidad de Carol. Hay muchos músicos de verdad buscando una oportunidad, para que TVE deje actuar a este personaje en horario de prime time.

Observando la dedicación y la importancia que se le ha dado a este proceso de selección del representante español en el Festival de Eurovisión por parte de Televisión Española, se deduce que en algunos momentos se les olvida la verdadera función de una televisión pública, que es informar, educar y entretener, ofreciendo unos contenidos de calidad, diversidad y respeto. En el caso de estas galas anuales parece que el mayor interés es conseguir los mayores índices de audiencia que sea posible, olvidándose de los principios básicos de una televisión pública.

Alguien puede buscar una excusa argumentando que este tipo de programas son entretenimiento, que están dentro de los contenidos que puede ofrecer la televisión pública, pero si esto supone vulnerar la obligación de mostrar contenidos de cierta calidad y respeto se debería de plantear de otra manera. Retransmitir una actuación como la de John Cobra, tal vez se pueda considerar como entretenimiento, pero no solo deja de ser educación y cultura, si no que pasa a ser antieducación y anticultura.

El presidente de RTVE, Alberto Oliart, anuncio tras el lamentable espectáculo, que TVE adoptará medidas para las próximas ediciones de Eurovisión. Oliart afirmó que se cuidarán de impedir que prosperen candidaturas que no reúnan “una mínima calidad musical”. Pero la verdad es que para el próximo año volveremos a ver una gala de unas características similares: gran escenario con gran espectáculo pero, aunque ningún personaje como John Cobra, lleno de triunfitos y triunfitas, y si no, el año que viene se comprobará, tiempo al tiempo.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Bienvenidos a 'Blues Rock Blog'

El próximo 8 de mayo se cumplirán 99 años del comienzo de la creación de este blog, no es una errata, hace 99 años. Aquel día nacía en Hazlehurst, una pequeña localidad al este del río Mississipi, Robert Johnson, el considerado padre del blues y primera influencia imprescindible para poder entender el contenido de este blog. Más tarde vinieron Muddy Waters y Willie Dixon, continuando el legado que dejó Johnson. Después llegó el genio de Minnesota, Bob Dylan, y ellos, la más grande banda de rock’n’roll, The Rolling Stones. Tras estos, Clapton, The Who, Pink Floyd, Led Zeppelin y tantos otros más. Con todas estas piezas se monta un puzzle en forma de blog: el Blues Rock Blog.

Como indica el título, el contenido de las entradas que se publiquen estará relacionado con el mundo de la música blues y rock con todas sus variantes. Esto no quiere decir que no puedan tener cabida otros temas que por interés informativo, crítico o de actualidad se les considere oportuno dedicar un espacio en cualquier momento. A los que les interese dedicar unos momentos de su tiempo a repasar el contenido del Blues Rock Blog, encontrarán críticas, crónicas y opiniones sobre discos, conciertos, películas o cualquier tema relacionado con este tipo de música, todo ello tratado con una objetividad subjetiva, pues no se debe olvidar que se trata de un blog personal, además del eterno debate de la existencia de la pura objetividad.

Con esta pequeña introducción se presenta un nuevo punto de vista de este mundo de la música que tantos sentimientos puede llegar a despertar en cualquier lugar del planeta, ya que, ¿existe algún lenguaje más universal que la música? Será un placer compartir opiniones y experiencias con todos aquellos que sientan esta misma pasión, y que desde hoy ya pasan a formar parte de mi grupo de amigos, unidos por el blues y el rock’n’roll.

Bienvenidos a Blues Rock Blog.