martes, 8 de febrero de 2011

Adiós al hombre que paraba el tiempo con su guitarra. Gary Moore (1952-2011)

El cielo está llorando, otra vez, como lo ha hecho ya en demasiadas ocasiones. Llora cuando uno de los grandes deja este mundo para reunirse con sus colegas en un firmamento donde cada vez hay más estrellas que, aunque ya no estén entre nosotros, nunca dejarán de brillar gracias al legado que nos dejaron en forma de música.

Esta vez el elegido ha sido Gary Moore, uno de los músicos más prolíficos y afamados salidos de Irlanda, a la vez que uno de los guitarristas que pertenecen a ese selecto club de los que son capaces de hacer llorar a un objeto inanimado de seis cuerdas. Se fue demasiado pronto, con 58 años, como muchos otros que partieron antes de que llegara su hora por causas tan diferentes como irrelevantes.

Gary Moore no solo llevaba el blues en la sangre, sino que era capaz de transmitirlo cada vez que se colgaba su Les Paul. Su dominio del instrumento le hizo ser una referencia en distintos géneros musicales, aunque a fin de cuentas todo es lo mismo, pues el músico de Belfast se dedicaba a hacer que quien le escuchara pudiera sentir la música, tanto en forma de la balada más profunda, como rasgando los acordes más duros y distorsionados.

Nos deja una herencia de más de 30 discos y colaboraciones con grandes nombres de la familia musical como B.B. King, Albert Collins, Jack Bruce o su compatriota banda Thin Lizzy. Siempre tendremos la ocasión de disfrutar joyas como 'Parisienne Walkways' donde Gary era capaz de parar el tiempo durante medio minuto con una sola nota, para luego hacer llorar a su guitarra hasta el final del tema.