miércoles, 10 de marzo de 2010

'The Last Waltz' (Martin Scorsese - The Band)

Posiblemente la mejor película-documental-concierto musical jamás grabado, tal vez sobra el posiblemente. Un reparto de lujo con unos actores principales (The Band) inconmensurables, y todo ello dirigido por un apoteósico Martin Scorsese. Quien no haya visto nunca The Last Waltz tiene un vacío musical tan grande que es necesario perder dos horas de su tiempo delante de una pantalla para que se pueda comprender, pues no se puede explicar con palabras.

Cuando en 1976 el grupo canadiense The Band decidieron poner fin a su carrera juntos pensaron en hacer un concierto de despedida al que invitarían a Ronnie Hawkins y Bob Dylan, las dos personas que habían jugado un papel decisivo en la carrera musical de la banda. A partir de aquí, el número de grandes músicos que iban a participar en la fiesta aumento tan rápido como inesperado, hasta el punto que entró en el juego el director de cine Martin Scorsese que se encargaría de grabar el acontecimiento.

Scorsese, aunque no sea una sorpresa, realizó un trabajo excepcional, sublime, extraordinario, cualquier adjetivo se queda corto para ilustrar el resultado conseguido cuando la película vio la luz. El director estadounidense montó la obra con entrevistas a los componentes de The Band, combinadas con el famoso concierto y algunas grabaciones de los días anteriores durante los ensayos, consiguiendo momentos míticos que han pasado a formar parte de la historia de la música.

This film should be played loud” (Esta película debe verse a todo volumen) es la nota informativa que aparece antes de la primera escena (cuando se acaba de ver el film estará completamente de acuerdo, se lo aseguro). Es la manera que el director utiliza para decir: “Prepárense, empieza la acción”. No se equivoca. Tras esto la última canción del concierto, sí, el último bis de un show que duró en realidad más de cuatro horas. Extraño pero mágico. Después un sin-parar de invitados compartiendo escenario con la banda canadiense: Eric Clapton, Neil Young, Van Morrison, Joni Mitchel, los mencionadaos Ronnie Hawkins y Bob Dylan, un portentoso Muddy Waters explotando el clásico del blues Manish Boy, y otras muchas estrellas de la música. Todo ello entremezclado con las anécdotas y confesiones de los cinco miembros de The Band: Robbie Robertson, Rick Danko, Levon Helm, Garth Hudson y Richard Manuel.

Fueron más de cuatro horas de concierto, aunque evidentemente no se pudieron registrar todos los momentos, pues la tecnología de entonces no era igual que la actual y no había cintas de esa longitud. Sí existe una edición en CD con más canciones de las que aparecen en la película, igual de recomendable. The Last Waltz es una obra maestra que ya forma parte de las películas que han de haber sido vistas para todo aquel que ame la música. Pasen y vean, no se arrepentirán.

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